El Real Oviedo se marchó de vacío del Reino de León, tras un partido en el se impuso la necesidad de salvar la categoría de la Cultural Leonesa, en una tarde en la que dos mil oviedistas animaron a su equipo hasta el final.
Comenzó el partido con un gran ambiente azul en las gradas leonesas, y con un solo cambio en el once de Anquela obligado por la sanción de Christian Fernández que le dió entrada a Verdés. El conjunto local salió mejor al partido, y dominó el juego y las ocasiones en la primera mitad. Alfonso intervino cuando no se había alcanzado el primer minuto para despejar un buen remate de Rodri que iba cruzado directo al segundo palo. La más clara fue de Johanneson, a la media hora de partido, rematando en el segundo palo un buen centro de Saúl Berjón desde la izquierda. Aarón probó suerte con un disparo lejano, desde fuera del área, que se marchó desviado. Y justo al borde del descanso el línea decretaba penalty en una jugada de ataque de la Cultural, que Señé transformaba en el uno a cero.
En la segunda Anquela sacó todo lo que tenía en el banquillo hasta terminar prácticamente sin defensas. Llegó más el Real Oviedo en los primeros compases, con un remate de Rocha o un centro de Mossa desde la izquierda que buscaba el área pequeña pero despejó la defensa. Ya en el setenta, Saúl Berjón ponía a prueba al meta local en el lanzamiento de falta directa que el portero envió a córner. Con el Real Oviedo volcado en ataque y en los siete minutos de tiempo añadido llegó el segundo de la Cultural, para terminar de sentenciar una noche triste para el oviedismo, que se cerró con aplausos mutuos entre jugadores desde el campo y afición en la grada, aún con opciones matemáticas aunque muy complicadas de lograr la clasificación en la última jornada.