El Real Oviedo despachó uno de los partidos más completos de la temporada, y lo hizo ante el mejor rival hasta el momento según marcaba la clasificación. Un Cádiz que llegaba en lo más alto de la tabla, aunque con muchas bajas, al igual que el conjunto oviedista que solo introdujo un cambio en el once con respecto a la visita al Molinón, con la entrada de Aarón en lugar de Mossa.
El conjunto oviedista tuvo las primeras oportunidades de botas de Christian Fernández, en un rechace, y de Saúl Berjón, que en dos ocasiones remató buscando puerta. Primero desde la frontal, y se marchó rozando el poste, y después de primeras, en un balón que se marchó muy alto. La posesión fue en todo momento para un Real Oviedo que maniató al Cádiz, sin dejarle ni siquiera acercarse a la portería de Juan Carlos.
En la segunda, el equipo de Anquela volvió a salir con todo, y el técnico oviedista no tardó en hacer cambios y darle entrada a Owusu y Linares. Llegó entonces el gol, en botas de Toché, que controló un pase perfecto entre líneas de Saúl Berjón para batir a Cifuentes y anotar el único gol del partido que le daría el triunfo al Real Oviedo en el Carlos Tartiere. En los últimos minutos el Cadiz reaccionó y puso a prueba a Juan Carlos, que sin mayores apuros, mantuvo a cero su portería. La última de los oviedistas fue de nuevo para Sául Berjón, que se sacó un potente disparo que se marchó rozando el larguero.
El Tartiere terminó coreando el himno del Real Oviedo, en una comunión perfecta con su equipo, que una vez más se dejó el alma con premio en forma de tres puntos y una nueva victoria.