Lo había advertido el entrenador del Real Oviedo durante la semana, y el Albacete llegó al Carlos Tartiere a hacer su partido, como un rival más de una categoría extremadamente igualada y competida. El conjunto oviedista no tuvo su tarde y no logró acertar en las ocasiones de gol para haberse llevado un premio mayor, pero mantiene su racha de invatibilidad en el municipal ovetense.
Con la ausencia del sancionado Rocha y la única entrada obligada en el once titular de Hidi en su lugar, el Real Oviedo salió con la misma imagen de siempre ante un Albacete dispuesto a hacer su partido en el Carlos Tartiere. El equipo no se encontró cómodo en la primera mitad, y Alfonso atajaba el primer acercamiento del equipo de Enrique Martín. Los acercamientos oviedistas llegaron en botas de Saúl, con un disparo que envió a córner la zaga visitante, y dos remates de Linares, el segundo buscando la escuadra, que despejó el meta local. A balón parado un remate de Christian estuvo a punto de encontrarse con el gol.
Tras el descanso, el Real Oviedo cambió la cara y metió una marcha más al partido en busca de la victoria. Desde el banquillo entraron Toché y Fabbrini de refresco cuando mejor estaba el equipo de Anquela, y la más clara llegó en botas del ariete murciano, con un pase de Mossa que le rebañó de las botas el meta visitante. Apretó el Real Oviedo hasta los compases finales, a balón parado y con centros sobre todo desde la izquierda, sin acierto de cara a portería.
Finalmente un punto que recuerda la dificultad de la categoría, y que llevará al equipo de Anquela a La Romareda la próxima semana. El próximo entrenamiento será el martes, a las 17:00 horas en El Requexón