Tal día como mañana, un 31 de agosto, en 1919, se inauguraba el estadio de Teatinos, donde el Real Oviedo disputó sus primeros partidos oficiales.
El estadio de Teatinos fue construido por el Real Club Deportivo de Oviedo, que de ese modo dejó de tener que compartir terreno de juego con su rival local, el Real Stadium Club Ovetense, y pasó a tener un recinto de mayor nivel.
Hasta entonces ambos clubs, grandes rivales que posteriormente se fusionarían para dar lugar al Real Oviedo, compartían el campo de Llamaquique.
Una vez fundado el Real Oviedo, el estadio de Teatinos pasó a ser el principal terreno de juego del club, que contaba también con el estadio de Vetusta, aportado a la sociedad por el Real Stadium y que se hallaba en el barrio de Fozaneldi.
Antes de que el Real Oviedo comenzase a utilizar el estadio de Teatinos, este fue sometido a una remodelación que lo convirtió en un recinto de categoría y acorde a la afición balompédica ovetense.
En 1926 su aforo era de 10 000 localidades, de las que 1 648 correspondían a asientos. Las dimensiones del terreno de juego eran de 109 x 68 metros.
El 17 de octubre de 1926, el Real Oviedo disputaba en Teatinos su primer partido oficial; se enfrentó al Racing de Sama, en encuentro correspondiente al Campeonato Regional, y el equipo carbayón logró un abultado triunfo, 8-2.
En 1932 el Real Oviedo inauguró el estadio de Buenavista y abandonó la que fue su casa durante los primeros seis años de la historia del club, el campo de Teatinos, que vio pasar por él a futbolistas como Oscar, Calichi, Inciarte, Gallart o Lángara.