El Real Oviedo se fue con la cabeza alta del Molinón catorce años después. El conjunto oviedista, con los justos, afrontó el partido con la novedad de Mossa en la banda izquierda, y aguantó en los primeros minutos de tú a tú a los locales. El gol de Carmona adelantaría al Sporting en una jugada a balón parado, pero el Real Oviedo respondió con una doble ocasión de Toché despejada por Mariño, con remate de Saúl al rechace, enviado a córner por la defensa. El conjunto oviedista no le perdió la cara al partido y se marchó vivo al descanso.
En la segunda y con varios cambios, los azules salieron mejor y durante muchos minutos encerraron al Sporting en campo propio. Verdés demasiado forzado para el remate en el segundo palo, y después Carlos Hernández en jugada a balón parado tuvieron las más claras. No sería hasta el tramo final del encuentro cuando Toché encontraría, al rechace, el premio trabajado y buscado por el Real Oviedo, con el gol del empate que hacía justicia en el marcador.
Los 1.200 oviedistas desplazados al Molinón corearon a los suyos durante muchos minutos después de haber terminado el partido, y el equipo agradeció su aliento y cariño saliendo de nuevo al terreno de juego.
