El Real Oviedo volvió a casa, y volvió a ganar. Lo hizo con ganas, quizá demasiada ansiedad en algún momento, pero por la ansiedad que dejaron las ganas de sumar en Tenerife añadido al regreso a casa.
Con dos cambios en el once por la entrada de Saúl y Linares en detrimento de Rocha y Nando, poco tiempo le hizo falta al Real Oviedo para adelantarse en el marcador. Toché aprovechaba una buena presión en la salida de balón para rebañarle el esférico al defensa murciano y cruzar el balón anotando el primer gol del partido. Corría el minuto dos de partido, y el conjunto oviedista creció durante los siguientes minutos. Los últimos de la primera mitad fueron de mayor precipitación, con control de balón pero sin contundencia en ataque. Un disparo raso de Susaeta que atrapó el meta del UCAM, y un disparo de Erice en la frontal que la defensa envió a córner, fueron las más claras de los azules.
En la segunda mitad, y con la lesión de Christian Fernández, Hierro recolocó la zaga con Costas en la izquierda, y dándole entrada a David Fernández junto a Verdés. El Real Oviedo ganó presencia en ataque, pero sin encontrar premio. Un córner que encontró el remate de hasta tres jugadores oviedistas, acabó siendo finalizado por Saúl Berjón y terminó en las manos del portero visitante. Jon Erice se inventó un gran centro desde la izquierda que dejaba a Toché con ventaja ante los centrales del UCAM, pero el ariete murciano no acertó en el remate. Michu tuvo la más clara en un balón en largo que le dejaba solo ante Fernando, pero el disparo raso lo atrapó el portero. Ya en el tiempo añadido, y tras una gran jugada entre Saúl y Michu, el rechace lo encontró Borja Domínguez en la frontal para pegarle en carrera y anotar el dos a cero definitivo.
Tres puntos más que se quedan en el Carlos Tartiere, y después de los que el equipo continuará trabajando, desde mañana, de cara a la próxima visita al CD Lugo.