El Real Oviedo sigue sin saber lo que es perder, a pesar de que el premio en Montilivi pudo ser mayor. El conjunto oviedista sumó un punto ante un Girona que trató de ponérselo difícil desde el principio.
Comenzó el partido con un remate de Diego Aguirre, que despejó la defensa local, en el primer acercamiento del equipo de Sergio Egea. El Girona se fue haciendo con el control del balón con el paso de los minutos, y el Real Oviedo se metió con el paso de los minutos en el partido. El siguiente acercamiento fue de Toché, que cuando se preparaba el remate en el área, vió como el esférico la zaga local, impidiendo el disparo. Impecable en defensa, el conjunto oviedista continuó creciendo con el paso de los minutos. Becerra intervino para atrapar un disparo de Susaeta al borde del descanso, al que se llegó sin goles en el marcador.
Ya en la segunda parte, el Real Oviedo salió más enchufado. El empuje del conjunto oviedista provocó la primera ocasión clara en un centro de Aguirre, que se paseó por la meta de Becerra, sin encontrarse Toché con el remate. Intervino de nuevo Becerra para desbaratar una nueva ocasión del ariete oviedista, pero llegó la jugada del penalti. Edu Bedia caía derribado en el área, y Susaeta transformaba desde los once metros. Fue entonces cuando el Girona se volcó en ataque, y Esteban intervino para evitar el empate. Una falta escorada a la izquierda, en la que Susaeta sufrió un claro bloqueo por parte de un contrario, terminó en gol de los locales, gracias al buen lanzamiento de Alcalá. El Real Oviedo tuvo a la contra un par de oportunidades de haberse llevado un triunfo mayor de Montilivi, pero finalmente el partido terminó con empate a un gol y reparto de puntos entre ambos conjuntos.
De esta manera, el Real Oviedo acumula ya un total de once jornadas sin conocer la derrota.
El Real Oviedo regresa a Asturias este lunes, a primera hora, con entrenamiento previsto en el El Requexón a su llegada a Oviedo.
