El Real Oviedo volvió a ganar, y lo hizo el Ramón de Carranza. Nueve meses después, el conjunto oviedista logró una victoria lejos del Carlos Tartiere. Un triunfo serio y contundente ante el Cádiz, que da aire al conjunto azul antes de afrontar dos partidos consecutivos como local.
El conjunto gaditano salió fuerte en los diez primeros minutos de partido. El Real Oviedo, con un claro cambio de sistema y alineando a Jon Erice, Rocha y Torró en el centro del campo, fue encontrando su sitio con el paso de los minutos. Mucho más vertical, y con facilidad para acercarse a la meta local. Llegaba el primer aviso de Toché a los tres minutos, en un buen pase en profundidad que no logró rematar con comodidad, marcado por los dos centrales del Cádiz, y atrapó Cifuentes. A los quince minutos era de nuevo Toché quien firmaba el primer gol del partido. Rocha botó el córner, Verdés remató primero, y Toché atrapó el esférico para poner el cero a uno y abrir el marcador. El Real Oviedo estaría más cómodo aún con el paso de los minutos, hasta llegar el segundo. Con los mismos protagonistas, en una jugada cocinada entre Toché y Rocha, el ariete murciano ponía el pase de gol para que Miguel Linares fusilara con la diestra, de primeras. El Cádiz tan solo puso a prueba a Juan Carlos en una ocasión, en un balón suelto en el área, tras rechace, que terminó en las manos del meta oviedista. Nando tuvo la última antes del descanso, en una buena jugada individual, que remató demasiado forzado. Peña se marchó lesionado antes del final de la primera mitad, con entrada de Christian Fernández en su lugar.
En la segunda, y a pesar de los dos cambios introducidos por Cervera en el descanso, el Real Oviedo logró mantener el guión. Con mayor presencia en ataque del Cádiz, aunque sin claridad ninguna en ataque gracias a la seriedad y el buen trabajo defensivo de los oviedistas. Jon Erice colgó un balón al área, perfecto para el remate de cabeza de Toché, pero se marchó alto. De nuevo volvía a intentarlo el ariete murciano, con un disparo raso que se marchaba desviado. Michu y Susaeta entraban de refresco, y el partido se definía en los últimos minutos por las expulsiones de Jon Erice, viendo roja directa por una supuesta agresión inexistente, y a continuación de Silvestre. Y así se llegó al final del encuentro, con un nuevo triunfo oviedista, diez meses después de su última victoria como visitantes, antes de afrontar los dos próximos partidos ante Numancia y Rayo Vallecano en el Carlos Tartiere.
El equipo reanudará los entrenamientos el próximo miércoles, a las 10:30 horas, en El Requexón.
