Viajó el Real Oviedo a Madrid, y lo hizo para visitar Butarque, feudo de un Leganés llamado a ocupar los puestos altos de la clasificación, pero con urgencias para sumar de tres.
En la tarde del domingo, Ziganda optó por un once formado por Femenías; Lucas, David Costas, Dani Calvo, Pierre; Viti, Brugman, Jimmy, Borja Sánchez; Matheus Aiás y Borja Bastón, que volvía a la que fue su casa en la pasada campaña.
La primera parte comenzó con un Leganés que hizo valer su condición de local para llevar el peso de juego, haciendo que el conjunto de la capital del Principado tuviese que llevar a cabo una presión alta para tratar de quitarle la pelota a los pepineros. Femenías y la defensa carbayona jugarían un papel fundamental ante las acometidas del Leganés, que tuvo la ocasión más clara en las botas de Arnáiz, con parada de Joan y posterior impacto en el larguero. Lo intentaba Matheus en ataque, encontrándose con los defensas locales. De nuevo Femenías y la defensa azul serían claves para evitar el tanto madrileño. Sin cambios en el luminoso se llegó al descanso.
El paso por vestuarios hizo que el Real Oviedo entrase al partido con más ritmo y peso en el juego que en el primer acto. Ziganda movió el banquillo dando entrada a Pombo y Sangalli. Sería el maño el que propondría los mejores minutos de juego oviedistas, disfrutando de ocasiones claras, como la de Borja Sánchez que fue repelida por los centrales. Luismi y Obeng fueron los siguientes en entrar al terreno de juego, que ayudaron al equipo a contrarrestar los buenos momentos del Leganés, que no consiguió superar a Femenías. Carlos Isaac fue el último cambio de un partido que acabó con acciones a balón parado para los azules, que pudieron desnivelar el encuentro en una ocasión de Dani Calvo.
Punto en Butarque para el conjunto de la capital del Principado, que la próxima jornada tratará de hacerlo bueno recibiendo en casa al Amorebieta.
