Y la primera victoria de la temporada llegó ante el Sporting de Gijón, en un derbi en el que el Real Oviedo sacó todo su orgullo, valor y garra para vencer ante su eterno rival.
Con la entrada en el once de Christian Fernández, Mossa, Nahuel y Blanco Leschuk con respecto al partido del pasado fin de semana en Albacete, los de Ziganda afrontaron el primer derbi de la temporada. La primera mitad, en la que el conjunto oviedista estuvo muy ordenado en defensa y generó más acciones de peligro que su rival, estuvo marcada por la intensidad que los dos equipos le pusieron al partido. La tuvo Tejera a los pocos minutos del pitido inicial, con un disparo desde la frontal que se fue por encima de la portería defendida por Mariño. Ambos equipos se fueron repartiendo la posesión, con tramos en los que el Real Oviedo se aplicó en defensa y maniató a los atacantes del Sporting. Nahuel, Sangalli, Obeng y Blanco Leschuk incomodaban a la zaga visitante, con acciones de peligro que no lograban materializar. Precisamente, en una combinación entre los hombres de las bandas llegó el penalti para el Real Oviedo, de Javi Fuego sobre Marco Sangalli. Sergio Tejera anotó desde los once metros. Con el uno a cero se llegó al descanso.
Tras el paso por vestuarios, los visitantes se hicieron con el control del juego, encontrándose enfrente a un Real Oviedo que no les concedió ocasión de generar peligro sobre la meta de Femenías. Ziganda dio entrada a Borja Sánchez y Javi Mier, buscando refresco en la zona ofensiva carbayona. En el tramo final del partido Diegui, Mujica y Carlos Hernández hicieron lo propio para contribuir al trabajo del equipo y conseguir los tres puntos.
El derbi se vuelve a teñir de azul y refuerza las sensaciones de los carbayones, que mañana volverán al trabajo para preparar el partido del próximo fin de semana ante el Girona.
