Había que volver la senda de la victoria, quitarse el mal sabor de boca de la eliminación de Copa y no perder la estela de los puestos de privilegio de la tabla, y el Real Oviedo no falló. No falló y sumó de tres en el Carlos Tartiere, donde la comunión entre equipo y afición fue clave para lograr la victoria.
Optó Ziganda por un once formado por Femenías; Carlos Isaac, David Costas, Dani Calvo, Pierre; Viti, Brugman, Jimmy, Borja Sánchez; Obeng y Borja Sánchez, que fueron de menos a más, cuajando una gran segunda mitad, de calidad, acierto y goles.
La primera mitad tuvo un inicio alborotado, con un Real Oviedo que desde los primeros minutos se hizo con el control del juego, aplicado en defensa y con buena movilidad de balón en el centro del campo. Enfrente, un Alcorcón que dejó a los de la capital del Principado proponer, buscando el juego directo, pero sin apenas llegar al área de Femenías. Las más claras del primer tiempo fueron para los azules, con los hombres de ataque muy activos de cara a puerta.
Tras el paso por vestuarios, el partido cambió. El Real Oviedo metió una marcha más, con un gran inicio, en el que Brugman aprovechó una buena contra para poner, con un gran remate de cabeza el 1-0. Tras el tanto oviedista llegó el momento de Borja Bastón, que con dos tantos puso el 3-0 en el luminoso. El primero de ellos, en una jugada por la izquierda, Brugman le puso un centro al delantero, que no falló. Seguidamente, dos minutos más tarde, el ariete oviedista remató desde el corazón del área para superar Dani Gimenez. Movió el banquillo Ziganda, que dio entrada a Matheus Aiás y Luismi. Seguía el conjunto azul con el control y las ocasiones de su lado. Pombo y Sangalli fueron los siguientes en entrar al terreno de juego, y Montiel el último cambio de los de Ziganda. El Alcorcón obtuvo su premio en el descuento, poniendo el 3-1 antes del pitido final.
El Tartiere volvió a rugir con los valientes que desafiaron a la fria y lluviosa tarde noche en el estadio oviedista. La comunión entre equipo y afición, recuperando la feliz haka tradicional después de antiguas victorias, puso el broche de oro para volver a tocar puestos de Play Off muchos meses después.