El técnico burgalés lleva dirigidos 37 encuentros de Liga, en los que logró 22 victorias y 7 empates
José Rojo Martín, Pacheta, está de aniversario. El burgalés, un entrenador que a su llegada sembró algunas dudas en el oviedismo al contar únicamente con quince encuentros de experiencia en los banquillos, celebra hoy, miércoles, 15 de febrero, su primer aniversario como técnico del primer equipo del Real Oviedo. Aquella incertidumbre ha pasado a ser confianza y seguridad en una persona que destaca por su trabajo, liderazgo y cercanía con sus jugadores, aunque también adopta su postura más crítica cuando hay algo que no le parece bien.
Durante estos 365 días que lleva en el puesto, el preparador burgalés (Salas de los Infantes, 1968) ha apostado por un estilo de juego muy definido. “Mis futbolistas tienen que jugar a lo que entrenamos porque esa forma nos va a llevar a la victoria. Quiero que el equipo sea el dueño del partido y transmita empuje y agresividad”, comentó durante su presentación de hace ahora un año. Y la verdad es que no le faltó razón porque todos sus “colegas” coinciden en señalar a los azules como un equipo muy difícil de batir y que sabe muy bien cuáles son sus virtudes, tratando de explotarlas al máximo.
Unas virtudes sobre las que Pacheta ha ido sentando las bases de su Real Oviedo en los 37 partidos que lleva dirigidos: No asumir excesivos riesgos en la parcela defensiva y elaborar jugadas a través de las segundas acciones, son algunas de las claves del ya conocido “método Pacheta” que tan hondo ha calado en el seno oviedista. El trabajo diario está viendo sus frutos y los números avalan la labor del burgalés, que lleva despachado un buen año a pesar de los habituales tropiezos que sufren los equipos, algo propio también debido a la enorme igualdad reinante en una categoría tan complicada como la Segunda División B.
Su aterrizaje en el Real Oviedo se produjo en medio de un momento delicado para la entidad, tras unas negociaciones para un posible cambio accionarial y con un ambiente deportivo que no invitaba al optimismo. Sustituyó en el cargo a José Manuel Martínez, que regresó a la dirección deportiva después de su interinidad de algo más de tres meses, y cogió la batuta de un equipo hecho para aspirar al ascenso de categoría, pero que coqueteaba con las posiciones de descenso y encima acumulaba cuatro meses sin ganar en el estadio Carlos Tartiere, donde debutaba apenas unos días después. Todo parecía estar en su contra, pero ahí fue donde Pacheta se erigió en el líder del vestuario y se sacó de la chistera el slogan “ganar al Eibar”, frase que semanalmente ha ido variando en función del próximo rival al que los suyos se deben enfrentar. Acertó en su primer pronóstico (2-1) e hizo bueno el dicho de “a entrenador nuevo, victoria segura”. Quizá ese positivismo caló tan hondo que hoy muy poca gente se atreve a discutir su argumento.
Su bagaje en estos 37 partidos es realmente positivo, con 22 victorias, 7 empates y 8 derrotas. Los triunfos tienen su escenario habitual al estadio Carlos Tartiere, donde Pacheta ha sumado los tres puntos en quince ocasiones, nueve de ellas de forma consecutiva en la actual temporada. Como visitante, las victorias se reducen a la mitad, siete, de las cuales tres han llegado en la competición actual.
A diferencia de los triunfos, los empates suelen conseguir en los partidos que se disputan lejos del municipal ovetense. Los siete puntos conseguidos se han repartido cinco como visitantes y únicamente dos como local, uno en cada temporada.
En el apartado de las ocho derrotas, tres de ellas se han producido en el estadio Carlos Tartiere, mientras que las restantes llegaron como visitantes.
Los registros goleadores del conjunto azul bajo su dirección son claros, con 60 tantos a favor y 33 en contra. Dejó la portería a cero en 17 partidos.
Así pues, Pacheta ha sumado 73 puntos de 111 posibles, lo que equivale al 65,76 % de los puntos en juego.
