El Real Oviedo llegaba al Plantío de nuevo con el tremendo apoyo de los mil oviedistas desplazados, mismo once aunque con estreno de piel. La sacavera utilizada por primera vez en una tarde de sol e intenso calor en Burgos.
Tras unos primeros minutos de dominio alterno, la primera mitad se fue inclinando para el dominio local con el paso de los minutos. El conjunto oviedista, sin conceder, se defendió con disciplina y criterio, pero sin plasmar poderío en ataque. Fue en los compases finales de la primera mitad cuando, con claridad, pudo haberse adelantado el equipo de Bolo en una triple ocasión oviedista. Primero un potente disparo de Borja Sánchez que se iba a la escuadra, pero una gran intervención de Caro logró despejar. Koba estrelló un remate en el poste, y Montoro también probó suerte sin fortuna, para irse al descanso con el cero a cero inicial.
En la segunda el guión arrancó similar al final de la primera. El dominio oviedista se fue diluyendo con el paso de los minutos. La más clara fue en un pase de Sangalli a Bastón, que envió alto tras irse un poco largo el control. Movió banquillo Bolo: entraron Bretones, Marcelo y Javi Mier. Dos buenas intervenciones de Tomeu Nadal mantuvieron la meta oviedista a cero. Los minutos finales, con Obeng y Hugo Rama en el campo, tuvieron la última para los oviedistas, con un buen control de Borja Bastón en carrera que buscaba el segundo palo, pero que se marchó fuera.
Finalmente un punto más para el Real Oviedo, que agradeció el apoyo de los mil oviedistas desplazados, y regresa a casa con una semana por delante para ganar al Ibiza.