96 años de vida, y un largo día para celebrarlo. Con la noche cerrada sobre el Tartiere arrancaba el partido para el equipo, con vuelta al 4-4-2 y regreso de Obeng al once. Lo hacía ante un Fuenlabrada necesitado de ganar y ante un precioso tifo que nos recordaba una vez más la importancia del escudo, en sus diferentes evoluciones históricas, por encima de todo.
Comenzó fuerte la presión del Fuenlabrada y la posesión oviedista. Le costaba llegar al equipo de Ziganda con claridad. Obeng no acertó en el área tras una bonita jugada, con pase de Borja Sánchez a Bastón y este de primeras buscando a su compañero en el ataque. La siguiente tuvo a los dos Borjas de nuevo como protagonistas. Centro de Sánchez a Bastón, que remataba alto. Aumentando la presencia en ataque en los compases finales de la primera parte, llegó el primer gol. Dani Calvo anotaba en un bonito cabeceo, a lanzamiento de córner, el uno a cero al borde del descanso.
Ya en la segunda el guión continuó siendo similar, pero con más fortuna. Fue Obeng el que, en llegada al segundo palo, empujaba el balón que llegaba desde la izquierda y ponía el dos a cero en el marcador. Entraron Javi Mier y Joni Montiel para refrescar la medular y sostener el empuje del Fuenla que buscaba más llegadas. En una buena recuperación y rápida circulación, llegaba el tercero, firmado por Javi Mier. Podían haber sido más, para aumentar la fiesta, pero no entraron las ocasiones claras que continuó generando el equipo, también con la entrada de Mossa y Matheus Aiás.
Buen regalo de cumpleaños para todos los oviedistas que hicieron posible que hoy pudiéramos celebrar 96 años de vida.