El Tartiere necesitaba a los suyos, y una vez más, no cabía duda, los oviedistas respondieron. Espectacular ambiente en el estadio oviedista y revolución en el esquema del equipo de Rozada que por primera vez salía con dos hombres en punta. Ibra y Rodrigo, con Tejera también de regreso en el once, flanqueados por Sangalli y Saúl en las bandas.
En la primera mitad, y tras varios acercamientos por parte de ambos conjuntos, a la media hora de partido llegaba un gol de Ibra que haría estallar al Tartiere, con la consecuente decepción al ser anulado segundos después de su celebración por el VAR por fuera de juego. Era en el 35 cuando llegaba una nueva oportunidad. Penalty sobre Rodrigo en el área. Lanzaba Saúl Berjón, pero se la paraba Nadal. Continúaba el cero a cero en el marcador. Antes del descanso, el esfuerzo tenía su recompensa en el gol de Tejera, a pase de Saúl Berjón. Disparaba desde la frontal el catalán, y anotaba el uno a cero para explosión del estadio. Poco duraba la alegría, porque un penalty de Christian sobre Zozulia lo transformaba Pedro desde el punto de penalty, al rechace tras parada de Lunin, justo antes del descanso. Tablas en el marcador, pero el Tartiere apoyando a su equipo.
En la segunda el guión cambió, y el dominio azul fue un paso más allá. La tuvo Luismi rematando de cabeza un saque de esquina, pero el fútbol se la devolvería a Ibra, marcando el dos a uno, cabeceando en el área un centro de Saúl Berjón. Cabeceó Christian en balón parado, detuvo Nadal. Y tuvo el tercero el Real Oviedo. De nuevo recibió Ibra, tras dejársela Christian de cabeza, un balón franco para controlar, cruzarla y poner el tercero. Y tuvo el cuarto el conjunto oviedista, en un disparo al palo de Mossa, casi en el añadido. El Tartiere sufrió, animó, y disfrutó por fin de su equipo que volvió a ganar en su casa el día que más se necesitaba.
