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El Real Oviedo vence en Mieres

El conjunto de Pacheta se impuso (0-2) al Caudal Deportivo gracias a los tantos de Rubiato y Xavi Moré, uno en cada periodo *El delantero Rubiato se ...

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El conjunto de Pacheta se impuso (0-2) al Caudal Deportivo gracias a los tantos de Rubiato y Xavi Moré, uno en cada periodo
*El delantero Rubiato se retiró lesionado en el minuto 15 y fue trasladado a un centro hospitalario próximo, donde se le diagnosticó un esguince cervical y un esguince en el tobillo derecho

Caudal Deportivo, 0; Real Oviedo, 2
ALINEACIONES:
Caudal Deportivo: Segura; Miguel, Toyos, Saavedra, Aitor; Nacho Matador, Espolita; José Luis (Carlos Álvarez, minuto 59), Invernón (Nacho Méndez, minuto 75), Pevida (Jorge, minuto 23); y Camochu.
Real Oviedo: Aulestia; Víctor Díaz, Negredo, López Ramos, Juanma; Xavi Moré, Castells (Falcón, minuto 72), Gonzalo, Nano; Manu Busto (Jandro, minuto 56) y Rubiato (Perona, minuto 15).

ÁRBITRO:
Bikandi Garrido, perteneciente al Comité Vasco. Amonestó a los locales Espolita y Matador, y a los visitantes Víctor Díaz, López Ramos y Gonzalo.

GOLES:
0-1, minuto 2. Rubiato, tras asistencia de López Ramos
0-2, minuto 73. Xavi Moré, de potente derechazo

INCIDENCIAS:
Encuentro correspondiente a la trigésimo quinta jornada del campeonato de Segunda B, disputado en el campo sintético del Hermanos Antuña, que registró una buena entrada. Tarde fría y lluviosa.

El Real Oviedo se impuso (0-2) al Caudal Deportivo en un encuentro regional tremendamente disputado y en el que no se vieron excesivas ocasiones de gol. Los locales, tensionados por sacar un resultado positivo para escapar del puesto de promoción de descenso que actualmente ocupan, llevaron el peso del juego pero sin llegar a poner en excesivos aprietos al guardameta Aulestia; por su lado, los oviedistas supieron jugar sus bazas y lograr los tres puntos gracias a dos certeras acciones de Rubiato y Xavi Moré, una en cada periodo. La nota negativa fue la lesión del autor del primer tanto azul, que fue trasladado a un centro hospitalario de Mieres al quedar inconsciente en el centro del campo después de una jugada con un defensor local.

Desde su llegada al banquillo azul hace algo más de dos meses, el técnico Pacheta siempre se ha caracterizado por ser partidario de darle continuidad a un once titular. Así pues, ante el Caudal no iba a ser menos y únicamente realizó dos cambios, uno de ellos por obligación. La baja por sanción del gallego le concedió una oportunidad a Juanma, que actuó como lateral zurdo y desplazó al centro de la zaga a López Ramos, que formó junto a Negredo. También tuvo su protagonismo Marc Castells, que jugó su primer partido desde el inicio con el preparador burgalés.

El Real Oviedo está viviendo un inesperado final de temporada. Sin opciones de clasificarse para la promoción de ascenso a Segunda División y con la permanencia ya conseguida, los de Pacheta afrontan estos últimos partidos de Liga sin un objetivo claro, aunque no por ello rebajan ni un ápice su intensidad. Si alguien piensa lo contrario está equivocado y pudo comprobarlo esta misma tarde ante el Caudal Deportivo en Mieres.
Hace ya unos días que el técnico Pacheta declaró que todos se juegan su futuro en estos últimos partidos. El grupo ha entendido el mensaje del burgalés y parece haber recuperado esa ilusión anterior a los tropiezos ante Guijuelo y Cultural Leonesa. El equipo ha vuelto a mostrar su mejor versión, con un estilo de juego muy definido, mucha solidez defensiva y una tremenda eficacia. Todo ello se resume en dos partidos, 6 puntos, 5 goles a favor y 0 en contra.

Eficacia. El pasado domingo se pudo ver una primera versión en el estadio Carlos Tartiere, pero por si alguien tenía cierta duda, hoy se pudo volver a comprobar en el sintético del Hermanos Antuña. Los azules se midieron a sendos rivales que tratan de escapar de la zona baja de la clasificación y ante ellos, cualquier acción puede desnivelar un partido. Las de estrategia hacen su efecto y los de Pacheta se adelantaron, por segunda jornada consecutiva, gracias a una de ellas en los primeros minutos. No fue en un saque de esquina, si no que fue en una falta lateral. Apenas se llevaban transcurridos dos minutos de juego cuando López Ramos sorprendió a todos al poner el balón en juego con mucha rapidez y asistir a Rubiato, que definió perfectamente ante el guardameta Segura, uno de los jugadores locales con pasado en el Real Oviedo.

Ese gol inicial avivó la intensidad del partido. Todos los futbolistas luchaban al máximo en cada jugada, viéndose minutos de mucha brega e intensidad en la parcela central. Se iba con mucha fuerza tanto a los duelos como a los balones divididos y a los aéreos. Precisamente en uno de ellos resultó lesionado el delantero Rubiato, que fue trasladado a un hospital cercano después de quedar inconsciente tras un choque fortuito con un jugador local. El madrileño se retiró en camilla y cedió su sitio a Perona, otro hombre con garra y muy correoso.

El peso del encuentro recaía en los hombres del Caudal, que trataban de aproximarse a las inmediaciones de Aulestia, pero la línea defensiva carbayona, que contó siempre con las ayudas de los dos pivotes, tuvo una destacada actuación y evitó cualquier contratiempo en acciones combinativas. La única manera de buscar la igualada llegaba en las jugadas a balón parado, esas que en las últimas jornadas le han dado bastantes puntos a los mierenses. Los oviedistas eran conscientes de ese punto fuerte rival y apenas pasaron apuros, a excepción de sendos cabezazos de Saavedra y Toyos que fueron bien blocados por Aulestia.

El juego no era muy vistoso a pesar de que el colegiado vasco Bikandi Garrido era bastante permisivo en las acciones “subterráneas”. Los azules estaban replegados en su propio campo, quizá más de lo que les gustaría, pero se sentían cómodos así. En una de sus escasas acciones ofensivas de la primera parte estuvo a punto de llegar su segundo gol. En el minuto 28, el centrocampista Castells recogió un balón rechazado en la frontal del área y puso a prueba a Segura con un disparo raso.

Los mierenses respondieron con una acción individual del recién incorporado Jorge, que sustituyó a Pevida, lesionado en un tobillo. El extremo cayó en el área visitante y reclamó penalti, pero el colegiado no lo entendió así.

El paso por los vestuarios ayudó a que ambos conjuntos recuperasen aire y salieran dispuestos a ofrecer otros 45 minutos de lucha y brega. Los locales salieron dispuestos a encerrar a los oviedistas, que contrarrestaron estirando sus líneas. Pacheta ordenó a sus hombres una mayor presencia ofensiva y los suyos no tardaron en corresponderle. En el 48, Xavi Moré fue derribado por Toyos en el área local, pero el árbitro no señaló pena máxima.

Los mierenses volvían a tener la posesión del balón y gozaron de una buena oportunidad para lograr la igualada. Invernón se aprovechó de una buena jugada individual de Jorge y conectó un potente zurdazo desde el interior del área, pero Aulestia despejó con autoridad.

Ambos técnicos decidieron mover sus banquillos y dieron entrada a Carlos Álvarez y Jandro, dos hombres rápidos y con vocación ofensiva. La consigna estaba clara: marcar un gol bien para lograr la igualada o para ayudar a finiquitar el encuentro. En el minuto 73 ocurrió lo segundo. Xavi Moré, que está atravesando un fenomenal estado de forma, recogió un balón en campo local y soltó un potente y ajustado derechazo que se coló por la escuadra izquierda de la meta defendida por Segura. El vallisoletano, por segunda jornada consecutiva, volvió a dejar un gol para el recuerdo.

Restaban 15 minutos y el marcador reflejaba el 0-2 que a la postre sería definitivo, pero los locales se resistían a darle la espalda al partido. Jorge chutó desviado tras una asistencia de Nacho Méndez y éste último obligó a Aulestia a realizar una bonita estirada tras un lanzamiento directo de falta.

Con esta victoria, el Real Oviedo suma 49 puntos y se sitúa en décima posición.